Elena Canorea
Communications Lead
Las empresas son cada vez más conscientes del poder de los datos para establecer nuevas estrategias de negocio o conocer mejor a los clientes. Tener en la empresa dispositivos conectados a internet (Internet of Things) hace contar con numerosos datos que, una vez gestionados y analizados, permiten seguir por esta senda de conocimiento.
Según expresó en 2019 la investigadora de mercados IDC, para 2025 habría 41.600 millones de dispositivos IoT, que generarán casi 80.000 zettabytes de datos. Esto demuestra el poder de la tecnología para generar información, que hay que tratar para aprovechar su potencial.
Si, por las razones que sean, una empresa despliega una infraestructura de sensores y objetos conectados a internet, ya tiene una buena fuente de captación de datos. Una vez se ha desplegado la red de dispositivos de IoT, los objetos interactúan entre sí o con el medio, y la empresa obtiene una gran cantidad de datos de los que se puede extraer información relevante. Para ello, es necesario contar con una infraestructura adecuada, que permita transmitir e incluso analizar la información en tiempo real.
Para obtener esos datos no necesariamente hay que desplegar esos sensores u objetos en las paredes, el suelo o el techo. También pueden estar en forma de complemento wearable; por ejemplo, en un sensor en el casco de un albañil para conocer la temperatura ambiente o en una cámara instalada en sus gafas para ver el terreno en el que trabaja.
Tener los datos en una infraestructura centralizada y no desperdigados en varias, facilita el trabajo y ahorra costes en su tratamiento o almacenamiento. Una vez en esta ‘base’, se utilizan otras tecnologías, como inteligencia artificial, machine learning o cloud computing, para gestionar esa gran cantidad de información y obtener el máximo rendimiento de ella. Con estas tecnologías también, los datos se analizan para generar informes que faciliten nuevas perspectivas de trabajo con el objetivo de engrandecer el negocio.
Además, la combinación de IoT con big data trae consigo un ahorro de tiempo y dinero para la empresa. La tecnología automatiza procesos que de otra manera serían más lentos y caros. En definitiva, se puede hacer un trabajo de ingesta, almacenamiento, análisis… que de otra forma sería imposible para un humano.
Por otra parte, al contar con herramientas de análisis que dan resultados en segundos o minutos, los empleados ahorran en estos trabajos tiempo, que lo destinan a crear planes de negocio o de marketing con los resultados.
Antes de desplegar la red de IoT, hay que decidir la estrategia de gestión y análisis de datos. Es decir, hay que saber cómo se analizarán para preparar toda la infraestructura acorde a ello. Estas decisiones pueden ser flexibles y mudar a lo largo del tiempo, conforme cambien las necesidades de la empresa o si más departamentos acceden a los macrodatos.
Entre las ventajas de usar IoT para obtener datos se encuentra:
Las ventajas también afectan al espacio público: al unir IoT con datos, las empresas pueden desarrollar líneas de negocio relacionadas con las smart cities y crear las ciudades del futuro.
A continuación, mostramos varios ejemplos de cómo aprovechar los dispositivos IoT en diferentes sectores:
En Plain Concepts somos especialistas en dar valor a los sensores que ha desplegado tu empresa. Al trabajar juntos, diseñamos soluciones de recopilación, almacenamiento en la nube y análisis de macrodatos, que contribuyen a que descubras a menor coste nuevas oportunidades de negocio y a liberar capital humano para otras tareas.
Elena Canorea
Communications Lead