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Microfrontends: ¿Qué son y qué beneficios aportan?

En los últimos años se han ido popularizando diferentes tipos de arquitectura de software que nos ayudan a responder a las necesidades reales del producto que vamos a desarrollar.

La arquitectura a nivel de software se encarga del diseño de la estructura de un sistema; un conjunto de patrones y abstracciones que evolucionan en un marco definido y claro que nos permite interactuar con el programa.

En esta constante evolución de los patrones que nos ayudan a diseñar software surge el concepto de los microfrontends; altamente ligados a la arquitectura de microservicios.

¿Qué son los microfrontend?

El término microfrontend surge alrededor del año 2016. El concepto de software monolítico había evolucionado hacia un backend modularizado en diferentes piezas y que estas se comunicaban con el front a través de un API gateway. Sin embargo, en esta nueva arquitectura, el front se seguía considerando como un bloque monolítico. A raíz de este planteamiento empleando microservicios, se observa las amplias ventajas que nos puede ofrecer el modularizar también el front-end.

Pensemos en la página web de una agencia de viajes. Podríamos dividir en diferentes aplicaciones independientes la funcionalidad de reservas, de búsqueda, o incluso el blog, pudiendo desarrollar back-ends y front-ends diferentes para cada uno, empleando la tecnología que deseemos para ellos. Porque, una de las grandes ventajas que nos ofrece esta arquitectura es el poder emplear diferentes frameworks de front-end para cada aplicación, que posteriormente se acoplarán a una aplicación anfitriona.

Expertos como Luca Mezzalira definen los microfrontends como una representación técnica de un subdominio empresarial. Cada aplicación independiente evita compartir la lógica con otros subdominios, teniendo cada uno sus propias reglas.

El propio autor defiende los casos de uso para los cuales sería recomendado el uso de este tipo de arquitectura:

“No creo que los microfrontends sean la clave para el desarrollo de los frontends, sin embargo, creo que es un gran añadido a las aplicaciones de una sola página (SPA) y a las arquitecturas de renderizado del lado del servidor (SSR). Los microfrontends son especialmente útiles cuando tenemos proyectos con decenas de desarrolladores trabajando juntos en un gran dominio empresarial y queremos reducir la complejidad dividiéndonos en múltiples subdominios, desplegar independientemente diferentes partes de las aplicaciones sin crear una sobrecarga de comunicación y coordinación entre los equipos.”

Ventajas y desventajas de usar microfrontends

El uso de esta arquitectura en el desarrollo de nuestro producto puede ofrecernos numerosas ventajas:

  • Posibilidad de utilizar diferentes tecnologías: Como ya hemos nombrado anteriormente, el ser agnóstico en cuanto a la tecnología empleada es una de las soluciones más útiles que nos ofrece este tipo de arquitectura. Podemos tener diversas partes de nuestra aplicación desarrolladas con Vue, React o Angular entre otros. Los equipos de desarrollo trabajarán de forma independiente en cada microfrontend, diseñando aplicaciones autocontenidas que no dependen las unas de las otras.
  • Escalabilidad: Que una aplicación sea escalable nos permite, en términos de negocio, poder seguir creciendo y atendiendo a las necesidades del proyecto sin perder las cualidades que le añaden valor, agregando otras nuevas. Esta independencia de los front-end nos permiten acoplar progresivamente nuevas funcionalidades sin depender del código ya existente.
  • Código más mantenible y reducido: Los desarrolladores podrán trabajar sobre cada parte del front-end de forma aislada, en piezas más pequeñas que si tuvieran que hacerlo sobre un front-end monolítico.
  • Independencia y autonomía: Cada microfrontend puede desarrollarse en paralelo sin depender de los otros. Las diferentes partes de la aplicación host pueden tener diferente versionado, y testearse y desplegarse de forma individual.
  • Optimización de los recursos de la empresa: Al dividir a los equipos de desarrollo para trabajar sobre las diferentes features, todos pueden trabajar en paralelo y de forma organizada, acortando los tiempos de desarrollo. Esto es especialmente interesante en un proyecto de gran envergadura, donde el impacto de este tipo de organización puede ser mayor que en un proyecto de menor complejidad técnica.

La adopción de esta metodología no siempre tiene por qué traernos beneficios a nuestro proyecto. Antes de escoger una u otra forma de trabajar, es importante analizar las características de nuestro producto para ver con qué tipo de arquitectura obtendremos un mayor rendimiento. De esta forma, podemos encontrarnos con los siguientes problemas en una arquitectura orientada a microfrontends:

  • Alta complejidad operacional: Cada microfrontend debe desplegarse de forma independiente, por lo que tendremos que gestionar un mayor número de entornos de desarrollo, servidores… con todo el gasto económico y de recursos que ello conlleva.
  • Aumento del tamaño del bundle final de la aplicación host: La aplicación final o anfitriona en la cual convergen todos los microfrontends puede encontrarse con un tamaño superior al comparado con un front-end monolítico, por ejemplo, debido a una duplicidad de dependencias. Crear una biblioteca de dependencias compartidas nos puede ayudar a reducir el tamaño final de nuestra aplicación.

¿Cómo gestionar un proyecto con microfrontends?

Al emplear este patrón de arquitectura, podremos organizar varios grupos de desarrolladores en nuestro equipo que se ocupen de cada división de la aplicación final. El código generado en cada microaplicación puede alojarse en un monorepo, es decir, un repositorio común para todas las piezas que componen la app. Por otro lado, también podemos usar multirepos y tener totalmente aislados los microfrontends.

En cuanto a la integración de cada microaplicación dentro de la aplicación anfitriona, podríamos emplear las siguientes aproximaciones técnicas:

  • Client-side integration: El navegador se encarga de la integración.
  • Server-side integration: El servidor se encarga de la integración.
  • Build-time integration: La integración se realiza en tiempo de compilación de la aplicación.

Herramientas como el Module Federation de Webpack o single-spa nos pueden ayudar a trabajar con nuestros microfrontends.

Tendremos que observar el recorrido de este nuevo paradigma de desarrollo, pero podemos decir que su popularidad irá en crecimiento con el paso de los años, y será especialmente necesario en empresas de gran envergadura con proyectos de alta complejidad técnica que les permita poder trabajar de forma modularizada, distribuyendo de una forma más eficiente sus recursos técnicos y operacionales.

Autor
Lara Ferrer
Software Development Engineer