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septiembre 13, 2022

¿Pueden los robots reducir la huella de carbono?

Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y están teniendo consecuencias más graves a nivel mundial. Por ello, las empresas han empezado a entender que, para alcanzar los objetivos de sostenibilidad que se están planteando, es necesario aplicar un enfoque de transformación de 360 grados.

Para las compañías dispuestas a avanzar en sus iniciativas de sostenibilidad y acelerar esta transición, la tecnología es su gran aliado. A esta mentalidad se la conoce como “ecoventaja tecnológica”, y es capaz de crear soluciones tecnológicas rentables que también tengan un impacto positivo en la red cero y en otros objetivos medioambientales y sociales.

La robótica combinada con aplicaciones impulsadas por la inteligencia artificial está ayudando a gobiernos, fabricantes y las principales partes interesadas a gestionar y reducir la huella de carbono. ¡Te contamos cómo!

Robótica y sostenibilidad

Los robots pueden utilizarse en diferentes aplicaciones: cartografía, búsqueda, rescate, reconocimiento, detección de peligros, exploración de terrenos peligrosos…

La robótica ya está transformando numerosos sectores, especialmente el industrial, donde está asumiendo las tareas más duras o peligrosas para que las realicen los trabajadores humanos. Si enmarcamos estas tareas en un ecosistema constantemente amenazado por el cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, es el momento de aprovechar las capacidades de esta tecnología para mitigar los efectos negativos.

De hecho, combinada con otras tecnologías aplicadas a combatir el cambio climático, como el blockchain o el cloud computing, los resultados pueden ser aún más beneficiosos y conseguibles en menos tiempo.

Cómo los robots pueden combatir el cambio climático

Las aplicaciones de los robots al servicio de soluciones más sostenibles son muy numerosas, y estos son algunos ejemplos:

Explorar los océanos

Hay lugares a los que los humanos no pueden llegar, como las profundidades de los océanos. Allí se están enviando robots específicamente diseñados para soportar las enormes presiones y las gélidas temperaturas, con el fin de recoger muestras y limpiar los microplásticos que se encuentran.

Estos microplásticos tienen aplicaciones comerciales, como exfoliantes faciales, pero también son el resultado de la descomposición de trozos de plásticos más grandes que están contaminando los océanos. El peligro no solo queda ahí, pues se ha demostrado que el microplástico se ha vuelto tan omnipresente en los océanos que está causando estragos en la cadena alimenticia de todo el mundo.

El 25% del dióxido de carbono producido por los humanos acaba en el océano; esta cantidad puede alterar la composición química del agua y hacerla más ácida, con lo que se diezman las poblaciones.

La limpieza de estos plásticos no sería posible sin los robots, que hacen mucho más fácil y menos costosa esta labor. Además, protegen la vida marina, reducen en gran medida la cantidad de gases que el océano debe absorber y ayuda a la cadena alimentaria de los humanos.

Agricultura y ganadería

Uno de los sectores más afectados por el cambio climático es el agrícola y ganadero. Con los cambios de temperatura extremos, el ganado se ve amenazado, mientras que la escasez de producción de alimentos causada por las sequías o las inundaciones pone en peligro la cadena alimenticia.

Si hablamos de emisiones de gases de efecto invernadero, este sector es el cuarto más contaminante. El cambio a maquinaria robótica sostenible puede reducir estas emisiones, pues los robots pueden cargarse con fuentes de energía renovables y no dependen de los combustibles fósiles tradicionales.

Por otro lado, también hay en marcha investigaciones con robots que recogen datos para desarrollar cultivos tolerantes a la sequía. Gracias a la tecnología 3D, se pueden estudiar los comportamientos con más detalle y comprenderlos de forma más profunda.

Reforestación

Se calcula que cada año se talan 15.000 millones de árboles para uso humano, por lo que es vital detener la deforestación de forma urgente.

En línea con el anterior punto, ya hay organizaciones que desarrollan soluciones para plantar árboles. Un ejemplo es Skygrow, una empresa que utiliza a “Growrobot”, un robot capaz de plantar árboles 10 veces más rápido que una persona especializada. Esto se traduce en mayor seguridad para los empleados, reducción de costes y aumento de la tasa de supervivencia de los árboles.

También se han puesto en marcha proyectos de investigación, como el de Plantoid Project, que utiliza robots que imitan el crecimiento y comportamiento de las plantas para detectar contaminantes en el aire y el agua. Usan impresoras 3D para ayudar a las raíces a crecer, explorar las propiedades de los suelos y descubrir cómo tener más éxito.

Robots de reparto

Otro de los sectores más contaminantes es el del transporte de mercancías. Con la pandemia, el número de robots y drones de reparto ha aumentado, por lo que se han planteado la gran pregunta de si son menos contaminantes que una furgoneta de reparto tradicional.

Tras analizar 12 escenarios que iban desde el proceso de entrega operado por humanos hasta un sistema totalmente automatizado, se ha llegado a la conclusión de que el robot solo representa menos del 20% de la huella de un paquete. Sin embargo, un vehículo y su fuente de combustible tuvieron un impacto muy grande en las emisiones totales (hasta un 50% más).

Vigilancia desde las alturas

Los robots y los sensores remotos pueden patrullar la tierra y el cielo para controlar las emisiones de gases. Se pueden estudiar las cantidades de óxido nitroso (N2O) que se emiten a la atmósfera, un componente 300 veces más contaminante que el CO2.

Cuantificar estas emisiones puede llevar demasiadas horas, pero con un robot se puede conseguir en tan solo 60 minutos. Con estos conocimientos, los empresarios reducen y controlan sus emisiones en, prácticamente, tiempo real.

Por otro lado, el seguimiento de las partículas que llegan a la atmósfera se puede hacer gracias a la instalación de sensores remotos instalados en aeronaves. Con ellos se prevé cuándo es probable que se formen nubes y se sabe cómo van a interactuar estas con los aerosoles. Esto da información a los investigadores para comprender mejor los fenómenos atmosféricos y cómo o en qué condiciones se desarrollarán las tormentas.

Tareas domésticas

Si vamos a un nivel de menor escala, encontramos robots diseñados para realizar tareas domésticas como cortar el césped, limpiar piscinas u objetos más pequeños, lo que se traduce en ahorro tiempo y energía para el consumidor.

Puede que parezca algo más banal a la hora de hablar de sostenibilidad; pero, por ejemplo, un equipo humano de mantenimiento del jardín contribuye notablemente a la huella de carbono de un hogar. De hecho, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) calcula que los cortacéspedes producen 11 veces más contaminación que un coche nuevo. Si a eso le sumamos otras herramientas de mantenimiento, la cantidad de contaminantes que se produce cada año es preocupante.

Los cortacéspedes eléctricos controlados por IA o los sopladores de nieve pueden reducir significativamente el volumen de contaminación atmosférica que se emite cada año.

El papel de la robótica en el desarrollo sostenible

Después de analizar todos los datos, es bastante obvio que los robots pueden realizar, normalmente, las mismas tareas que los humanos, pero con mayor eficiencia.

Pero que no cunda el pánico, porque esto no significa que los robots vayan a sustituir a los empleados humanos, sino que la unión de ambos puede contribuir a que los lugares de trabajo sean más eficientes y ecológicos.

Aunque la productividad aumente al incrementar el nivel de precisión y calidad de los robots, hay características humanas como el ingenio y la innovación que son cruciales para las empresas. La introducción de robots industriales está suponiendo una expulsión menor de contaminantes al emplear menos energía, lo que hace más sencillo que una empresa reduzca su huella de carbono.

En resumen, las empresas que introduzcan robots en su cadena de valor podrán entregar productos de alta calidad, pero usando menor recursos y cometiendo menos errores, además de estar contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.

Si quieres saber más sobre cómo los robots están transformando la forma de hacer negocios, descubre a Spot, el robot cuadrúpedo más avanzado del mercado, y todos los avances que estamos haciendo con él.

Elena Canorea
Autor
Elena Canorea
Communications Lead