Elena Canorea
Communications Lead
Desde el origen de Plain Concepts hemos apostado por las metodologías ágiles, tanto internamente como ayudando a los clientes a incorporarlas en su forma de trabajar. Está en nuestro ADN el poner foco en la excelencia técnica, hacer bien las cosas y entregar valor al cliente.
Las metodologías ágiles o Agile son herramientas de trabajo que hacen más eficiente, productiva y flexible la ejecución de proyectos de alto valor para los usuarios. Tienen como principal objetivo desarrollar productos de calidad que respondan a necesidades cambiantes de los clientes. Los proyectos se adaptan al día a día del trabajo y a las urgencias que puedan surgir.
En este artículo vamos a analizar las principales características de la filosofía ágil y veremos por qué es más eficiente que otras metodologías.
El origen de Agile data del año 2001, cuando se reunieron en Utah (Estados Unidos) miembros relevantes de la comunidad software para poner en común y debatir las mejores prácticas de cada compañía, lo que dio como resultado el «Manifiesto Ágil», una serie de principios que cambian el foco de la gestión tradicional de proyectos para centrarse en la entrega continua de valor. Esta serie de principios se basa en la creación, análisis del resultado y mejora continua. Algo que es constante y rápido, con ciclos de entrega cortos que buscan la efectividad.
Esta corriente surgió como una alternativa o solución a los problemas que presentaba la gestión tradicional, que se convertía en un proceso burocrático, lento, que no se adaptaba a los cambios y terminaba, la mayoría de las veces, en entregas de software que ya no cumplían con las necesidades del cliente.
Agile es un sistema de trabajo con origen en el desarrollo de software, pero que, gracias a su efectividad, se ha trasladado a diferentes departamentos y empresas a lo largo de dos décadas.
El «Manifiesto Ágil» se basa en 12 principios para un mejor desarrollo de software:
En Plain Concepts, una de las cosas que más nos gusta de las metodologías ágiles son sus valores, unas ideas muy claras que nos permiten tomar decisiones de manera más rápida y eficiente ante una determinada situación o problemática.
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Trabajar con metodologías ágiles tiene muchas ventajas para la empresa en general y para los empleados en particular:
Aplicar metodologías ágiles significa hacer más manejables los proyectos: se pueden dividir en tareas más pequeñas y, por ejemplo, cambiar la fecha de entrega si surgen otras urgencias.
En las metodologías ágiles, el desarrollo de un proyecto es un proceso iterativo e incremental. Al llegar al final de cada ciclo, el equipo puede comprobar si el desarrollo es óptimo o si hay que realizar cambios. De esta forma, se resuelven errores mucho antes de llegar al producto final o se vigilan gastos excesivos del presupuesto.
Terminamos este recorrido por las ventajas de las metodologías ágiles hablando de cómo estas herramientas de trabajo aumentan la confianza entre compañía y cliente. Este último ve en todo momento el desarrollo del proyecto e intercambia opiniones con el equipo desarrollador para seguir avanzando. Gracias a la continua retroalimentación, la calidad del producto final es mayor.
Existen diferentes metodologías ágiles. En Plain Concepts, por ejemplo, usamos Kanban y Scrum. Pero hay alguna más, que también te explicamos.
Scrum es la metodología que más utilizamos en Plain Concepts, ya que, desde nuestra experiencia:
Scrum se basa en dividir el proyecto en sprints con el objetivo de realizar entregas regulares y parciales del producto final.
La metodología Scrum permite abordar proyectos complejos que exigen una flexibilidad y una rapidez esencial a la hora de ejecutar cambios y obtener resultados.
La estrategia está orientada a gestionar riesgos y cambios que se puedan producir en desarrollos demasiado largos, mediante reuniones frecuentes para asegurar que el cumplimiento de los objetivos establecidos avanza en la buena dirección.
Las liturgias (reuniones) son el pilar fundamental de la metodología. En ellas diferenciamos entre:
Los aspectos clave por los que se mueve Scrum son: flexibilidad, competitividad y productividad.
La metodología ágil Kanban funciona cuando existe un flujo continuo de solicitudes de trabajo y nos movemos en un entorno de prioridades muy cambiantes o difíciles de establecer con cierta antelación. Está enfocada en mejorar ese flujo o proceso desde que se encarga el proyecto hasta que se entrega.
Simplificando, la estrategia Kanban consiste en dividir las tareas del proyecto en estados; los estados de tareas más habituales son:
Este modelo permite controlar la repetición de tareas o evitar que no se ejecute alguna de las tareas necesarias para obtener el producto o servicios finales.
Las ventajas que proporciona esta metodología son:
Se puede establecer límite en el número de tareas que hay a la vez en cada estado. El WIP o Work in Progress (trabajo en progreso) fija la cantidad de trabajos en dichos estados, con el objetivo de que no existan atascos, se mantenga el ritmo y el equipo de desarrollo no se sature.
El WIP fija tareas pequeñas y el objetivo de irlas terminando: cuando se termina con una, se comienza la siguiente. Una persona no tiene abiertas dos tareas a la vez, con el fin de concentrarse solo en una.
Además, al minimizar el trabajo en curso y enfocarse en terminar tareas, se evitan cambios de contexto, lo que conlleva un acortamiento en los tiempos de entrega.
Estos límites WIP hay que revisarlos si surgen imprevistos como peticiones del cliente, cambios en el equipo (nuevos miembros y salidas) o cambios en el mercado.
Las prácticas y principios ágiles Extreme Programming (XP) o programación extrema funcionan ante los cambios constantes que pide el cliente. Es decir, lo más importante es la adaptación en cualquier momento del proyecto.
De esta forma, Extreme Programming no busca precisar desde el principio todas las partes o entregables del proyecto. El equipo técnico que aplica esta metodología sabe que hay mucha flexibilidad y afronta de manera más realista los imprevistos que si todo se planificara desde el comienzo. Ante dicha flexibilidad y adaptación a los constantes cambios, los proyectos se nutren de pequeños entregables o avances en cada una de sus fases.
Los valores del Extreme Programming son:
Vídeo sobre metodologías Ágiles
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Las metodologías ágiles te permiten entregar productos y servicios de mayor calidad, con unos costes y tiempos más reducidos que con otras metodologías más tradicionales.
Si te interesa incorporar metodologías ágiles en tu empresa o necesitas ayuda para sacarles más provecho, no dudes en ponerte en contacto con nosotros: nuestros expertos podrán asesorarte.
Elena Canorea
Communications Lead